Planeó sobre la Romareda la sombra de los dos dígitos. Jamás, en más de cuarenta y cinco años, he visto una diferencia tan brutal entre el ...

La sombra de los dos dígitos

Planeó sobre la Romareda la sombra de los dos dígitos. Jamás, en más de cuarenta y cinco años, he visto una diferencia tan brutal entre el Real Zaragoza y su adversario como la del domingo en el coliseo zaragozano. Parecían una pandilla de chavales asustados, los casados en el partido contra los solteros, un auténtico chiste si no fuera por "maldita la gracia" que me hizo el set en blanco de los merengues. No me vale que el potencial del Real Madrid sea inmensamente superior, que llegasen en plena forma tras la Supercopa o que la plantilla esté consolidada. No es de recibo que te pinten la cara de esa forma, con tan insultanteautoridad. Y que los guerreros que deben defender la vergüenza de un escudo o una afición se rindan al encajar el cuarto gol. El aspecto de los blanquillos en los últimos quince minutos de partido fue lamentable, de aceptar la humillación como algo normal, como una enfermedad que te ataca con virulencia. Aguirre se echa las culpas y aquí no pasa nada, excepto que Agapito aprieta el paso cuando ve un micrófono de la radio que le desea preguntar por los transfers de Micael y de Juan Carlos, especialmente por el del ex madridista, que llega del Braga sin haber pisado la ciudad portuguesa.
Al final llegarán los dos dígitos, en la Romareda o en el Bernabéu, quizás en el Camp Nou. Desde luego, oportunidades tuvo el equipo de Mourinho que disparó veinte veces a puerta y tuvo otras cuatro ocasiones más que salieron rozando los palos. Que te metan media docena y tu portero sea el mejor dice muy poco del potencial de tu equipo. Lo mínimo que se le puede pedir a un conjunto, por muy inferior que sea, es plantarle cara al adversario y jugar hasta la muerte, procurando caer con dignidad.
Si nos acostumbramos a perder por goleada y damos por normales destrozos como el de ayer, estamos acabados y tragaremos con cualquier cosa. Se supone, según dicen algunos, que los dos grandes marcarán más de cien goles esta Liga y que por eso hay que aguantar, callar y seguir adelante. No estoy de acuerdo. Este club no puede ser zarandeado como un muñeco de trapo en las fauces de un perro, por muy fiero y grande que éste sea. Ser un cordero y acudir al degolladero con la cabeza baja y sin presentar batalla, me parece aún más triste que el 0-6.
Pero una cosa es cierta, no hay que ser ningún profeta para aventurar este descalabro por la pésima gestión en la confección de la plantilla, la tardanza en construirla y la escasa calidad de unos jugadores, la mayoría de ellos cedidos o propiedad de un fondo de inversiones, que empobrecen cada vez más el Real Zaragoza. Este desastre estaba previsto. Ahora se trata de fichar de una puñetera vez a un delantero centro y a un organizador, para no hacer más el ridículo esta temporada.

1 comentario:

  1. Como no fichemos un delantero, la llevamos clara. Si, contra el Madrid poco se puede hacer, pero es que si además no tienes un tío que tire a puerta, haces todavía menos. Bueno, lo que hizo ayer el Real Zaragoza: la risa. A mi me da la sensación de que este equipo, como no se fiche a un 9 y algún jugador no de un salto de calidad por obra y gracia del espíritu santo, no puede competir con ningún equipo de primera... y casi de segunda. Y es que si no metes goles a lo máximo que aspiras es a un 0-0. Y como te digo no creo que otro equipo que no sean el Mandril o el Farsa nos metan 6 goles, pero es que con uno solo les bastará. Y no será porque no demos facilidades, que ayer al Mandril si no le bastaba con ellos mismo y Muñiz Fernández, el Zaragoza tmabién puso de su parte...

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