
Desaparecidos en combate, sin dar la cara. Esperando que el tiempo pase y dándole todas las facilidades posibles a un Atlético de Madrid que ganó con suma facilidad el partido. Sin ver ninguna capacidad de reacción tras el primer gol, tras el segundo, o en toda una segunda parte donde solamente nos sacó del letargo la ridícula jugada de Loovens con su cabezazo ante la salida de Roberto que a punto estuvo de costarnos un gol de verbena.
Y para el domingo en Valladolid, cuatro bajas por sanción. Sin defensas de garantía, después de un exigente partido de Copa el miércoles. Un arranque de la segunda vuelta complicado con los de abajo que despiertan amenazando el colchón de puntos que aún nos queda para eludir la zona de descenso.
Ojalá un buen resultado contra el Sevilla estimule a los blanquillos para no seguir coleccionando derrotas que nos dejen debilitados, cansados y aburridos. Y que se aplique el cuento Agapito y "afloje la mosca" para fichar porque no tenemos ni fondo de armario, ni fondo, ni armario.
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