A muchos se les llenaba la boca de excusas para justificar la goleada en la Romareda contra el Real Madrid, la segunda más humillante a domi...

Nos espera otra temporada agónica

A muchos se les llenaba la boca de excusas para justificar la goleada en la Romareda contra el Real Madrid, la segunda más humillante a domicilio de los casi ochenta años de historia del club, por cierto. Luego se resuelven los partidos con resultados menos vergonzosos, como ocurriese la temporada pasada, donde solamente en cuatro ocasiones los delanteros merengues vapulearon a sus adversarios. Llegamos al degolladero incompletos, desequilibrados, sin haber realizado una pretemporada digna y sin esquema de juego. Con respecto al partido frente al Rayo del domingo, seguimos igual, con la diferencia de que ahora ya no se puede cerrar una plantilla competitiva hasta enero. En cualquier caso, el equipo franjirrojo pudo ganar sin problemas, ya que marró un penalty (eficazmente rechazado por Roberto) y dispuso de tres claras ocasiones de gol, al margen del anulado cuando el partido agonizaba.
Ni sistema de juego, ni futbolistas. El Real Zaragoza no sabe a qué juega, no tiene una columna vertebral sobre la que sustentar su cuerpo y es tan frágil atrás como indefinido en punta. Lento en la zaga, quebrado en su juego aéreo y con menos gol que la temporada pasada.
No sé lo que puede ocurrir en tres o cuatro semanas, es posible que el juego mejore y se construya un equipo capaz de mantener la categoría. Pero en este momento y con los datos de los que disponemos, parece difícil. Hoy por hoy, es peor incluso que la campaña anterior, cuando decíamos que era la plantilla más floja de la reciente historia zaragocista.
No es problema de ser más o menos optimista, de dejarse llevar por la depresión de un ciclo tan lamentable en todos los aspectos. Los síntomas son claros e incontestables. Evidentemente cada uno puede tomar el camino que desee y habrá quienes piensen que ser zaragocista es apoyar incluso cuando las equivocaciones perjudican el presente y el futuro del club. Querer no es solamente proteger: es corregir (o intentarlo al menos), aconsejar, denunciar y no cerrar los ojos a la realidad. Tampoco acongojarse hasta enfermar o arrojarse al vacío, pero no dejarse engañar por quienes solamente buscan su negocio y pasan del espíritu zaragocista de cientos de miles de seguidores blanquillos.

1 comentario:

  1. Madre de dios, acabaremos echando de menos a Cuchi Cuchi y a Sinalma Singol. Qué negro veo esto, qué negro lo veo...

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