Parece el día de la marmota. Sea como fuere, a estas alturas de la temporada nos encontramos con la disyuntiva del cambio de entrenador, de ...

Como siempre

Parece el día de la marmota. Sea como fuere, a estas alturas de la temporada nos encontramos con la disyuntiva del cambio de entrenador, de luchar por otros objetivos muy diferentes a los propuestos inicialmente y con la angustia en el corazón del zaragocismo. Se repite la misma historia con diferentes protagonistas y con una experiencia que parece no valer de nada después de cinco temporadas.
La imagen ofrecida en Almería fue penosa, impropia de un Real Zaragoza que debería haber aprovechado la fortuna de la semana pasada en la Romareda ante el Rayo Vallecano para imponer su criterio en el estadio de los Juegos Mediterráneos. Y volvió a jugar sin intensidad, regalando el balón, cometiendo unos errores inadmisibles en defensa, sin posesión de balón, ni oportunidades de gol. Y para colmo, recibiendo un último tanto de los que se repiten miles de veces en las televisiones de todo el mundo.
Es el momento de que cambien las cosas, que los dirigentes del club reflexionen sobre el presente y el futuro de su cuerpo técnico y de su plantilla. Si le dan la confianza al entrenador, que no sea semana a semana. y si deciden cambiar, que lo hagan cuanto antes. Y que piensen en fichar en el mercado de invierno para fortalecer una plantilla que se descose por todas sus costuras.
Natxo González debe cambiar el sistema de juego porque, hoy por hoy, no le ha dado resultado. Ya no hay ni sensaciones ni resultados, simplemente una colección de encuentros repetidos donde el real Zaragoza es inferior a sus adversarios aunque estén por debajo de él en la tabla. Y el problema es serio ya que la afición puede comenzar a cansarse después de ser ejemplar a lo largo de estos primeros meses de competición. Cada uno tendrá que asumir sus responsabilidades, desde el consejo de administración hasta el último futbolista. Porque ahora hace falta dar un paso adelante con absoluta convicción y no venirse abajo como da la impresión que amenazan con hacer los actores de una película que ya hemos visto antes. y no nos gusta en absoluto.

0 comentarios: