No era sencillo el desplazamiento a Málaga, donde a punto estuvo la temporada pasada de marcharse Manolo Jiménez. Apenas se ha reforzado e...

Regresan las buenas sensaciones

No era sencillo el desplazamiento a Málaga, donde a punto estuvo la temporada pasada de marcharse Manolo Jiménez. Apenas se ha reforzado el equipo tras la salida de Aranda y las lesiones de Javi Álamo y Zuculini. De hecho, Carmona se quedó en casa y la salida de Rodri y Rochina fue testimonial. Es lógico, aún deben conocer a sus compañeros y asimilar el sistema del técnico andaluz. Una manera de jugar que recordó a la de noviembre y diciembre, con resolución en la zaga, contención en el centro del campo y ocasiones de gol en punta.
Volvió a marcar Postiga y Roberto apenas tuvo un par de intervenciones al margen del penalty transformado por los malagueños y el desvío al larguero de Apoño. El equipo fue a más a medida que pasaban los minutos y si no hubiera sido por la irregular actuación de Álvarez Izquierdo, el resultado podía haber sido otro. Repartió desaciertos a diestro y siniestro, pero la supuesta mano de Paredes en el área y el tanto tras la ejecución de la máxima pena, detuvieron por unos minutos la progresión del equipo blanquillo. De hecho, por primera vez en lo que llevamos de temporada, se formuló una queja en voz alta de manera institucional. Eso sí, con la contundencia relativa de Fernando Molinos, que no hizo moverse los cimientos del estamento arbitral.
La imagen fue positiva, parece que se detiene la inercia de enero y que regresan las buenas sensaciones. Es verdad que el punto sabe a poco por los méritos contraídos en la Rosaleda pero significa sumar y eso es muy bueno para un equipo que necesita de estímulos para seguir luchando por la permanencia. Ahora se trata de volver a ganar, de hacerlo en casa, ante un adversario nada fácil y con la ausencia de José Mari, expulsado en el tiempo añadido, que le dio otro aire al conjunto blanquillo.

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