
Postiga ha recibido, por fin, el premio a la constancia y se gusta con goles de bella ejecución. Montañés crece tras la estela de Víctor Rodríguez, que mantiene su momento dulce sin bajar su nivel. Movilla se ha asegurado un puesto sobre el terreno de juego y parece que la pareja formada por Loovens y Álvaro mejoran el centro de la zaga. Incluso Zuculini, un hombre caótico pero de gran voluntad, ha conseguido hacerse con la titularidad. Jiménez ha mejorado sus prestaciones y ha reconducido su fútbol anarquico dentro de un esquema que funciona.
Ahora llegan tres partidos difíciles, especialmente los desplazamientos a Madrid y Barcelona. Que ambos clubes marcasen cinco goles fuera de casa este fin de semana y a equipos bien trabajados tácticamente, provoca escalofríos. Y ante el Deportivo será necesaria la victoria para sumar y mantenernos en una posición cómoda, sin los mareos que provoca estar cerca del abismo.
Y mientras tanto, la Copa. Con el disgusto de los abonados por el precio de las entradas y la incógnita sobre los cambios de Jimenez y el interés que la entidad tenga en seguir adelante. Que, dados los precedentes con Agapito, no parece prioritario. A mi, sin embargo, me gustaría que se realizase un esfuerzo de voluntad para recuperar unas sensaciones que siempre han sido agradables y estimulantes. Llegar lo más lejos posible en la competición preferida por el Real Zaragoza
0 comentarios: