He esperado mucho para escribir en mi blog sobre lo que ha ocurrido desde el épico partido de Getafe hasta ahora. He comentado en la radi...

Un final muy peculiar

He esperado mucho para escribir en mi blog sobre lo que ha ocurrido desde el épico partido de Getafe hasta ahora. He comentado en la radio y la televisión, he publicado en otros foros mi opinión pero me sentía cansado para aislarme y comentar este convulso final de temporada. Tanta tensión, frustración, esperanza y dramatismo han sido demasiado incluso para mi, que he terminado agotado y con la necesidad de encontrar tiempo para desconectar de la realidad. No ha sido posible porque los programas en la radio continúan, la renovación de Manolo Jiménez nos tiene en vilo y la construcción de la plantilla es algo que nos preocupa a todos. Dispongo de menos efectivos por las merecidas vacaciones de mis colaboradores y tengo por delante la puesta en marcha del Curso de Verano de Periodismo Deportivo en la Comarca de Daroca y el cierre del Título de Experto en Periodismo Deportivo del próximo mes de octubre, ambos con la Universidad San Jorge.
Los días pasan con rapidez y se consumen a sí mismos. La crisis lo atrapa todo y se agarra incluso al fútbol... no sé si la próxima temporada podré acudir a los estadios y normalizar la transmisión de los partidos, deseo contar por lo menos con el mismo presupuesto desde septiembre para llevar a cabo la programación deportiva en Aragón Radio y me gustaría disponer del alumnado suficiente para poner en marcha mis objetivos universitarios.
Disfruté organizando el operativo del 13 de mayo en Getafe, un estudio levantado cerca del estadio y que recibió la visita de centenares de zaragocistas. Quiero agradecerles nuevamente a todos ellos las muestras de complicidad y cariño, su audiencia y el grado de compromiso que han demostrado con el movimiento blanquillo para su agónica supervivencia. Ganar en el Coliseo Alfonso Pérez fue un alivio y nada fácil, como transmitir el partido a espaldas del escenario del encuentro y a través de las imágenes de televisión.
Luego vino la incertidumbre, la presencia en la pieza de calificación de la APARZ, las dudas de Jiménez, el rosario de nombres de ex zaragocistas para componer la comisión deportiva. Las salidas de Esnáider, Luis Costa, Manolo Nieves y Pedro Herrera que dejan huecos por cubrir en un proyecto tan sospechoso como los últimos años.
Fue también muy interesante la respuesta de los ex jugadores, los periodistas, las peñas, los foros, los diferentes movimientos y plataformas que acudieron al auditorio de la Corporación Aragonesa de Radio y Televisión para debatir sobre el futuro del Real Zaragoza. La gente se involucró y dejó muy claro que la única solución sería la salida de Agapito Iglesias de la presidencia porque el paso atrás no se lo cree nadie.
Ahora solamente queda esperar, dejar que los acontecimientos se precipiten y que sepamos cómo se dibuja el futuro del club aragonés. Porque ahora todo son especulaciones y ninguna realidad, lo que obliga a estar muy atentos a los próximos movimientos.

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La radio siempre avanza y es capaz de provocar nuevas sensaciones. La experiencia de levantar un estudio en la plaza Eduardo Ibarra, frente...

La satisfacción del cariño de los oyentes

La radio siempre avanza y es capaz de provocar nuevas sensaciones. La experiencia de levantar un estudio en la plaza Eduardo Ibarra, frente a la Romareda, para transmitir a través de las imágenes de la televisión fue un éxito. Tanto de audiencia, como de experiencia personal con los oyentes, seguidores del Real Zaragoza en un partido trascendental para la permanencia. Es imposible que pueda agradecer a tantas personas que se acercaron al set de Aragón Radio su cariño conmigo y, en general, con mi equipo. En los minutos previos al comienzo del partido, su curiosidad. Al final, la tremenda satisfacción por una victoria que nos da una semana más de vida y que nos permite depender de nosotros mismos en Getafe. Pero en las cuatro horas de programa, su solidaridad con la injusticia y quebranto a la libertad de información que supone la prohibición de la entrada de las emisoras de radio a los estadios. Escuchar el rugido de la afición en el coliseo zaragozano, compartir el nerviosismo, la tensión del momento, la incertidumbre de un resultado, fue muy gratificante.
Me saludaron personas mayores que yo, gente de mi edad, jóvenes y críos que aman en su inocente corazón al Real Zaragoza aunque solamente conozcan el dolor de las derrotas y salvaciones in extremis. Una tarde, que se convirtió en noche, con la luna llena iluminando el cielo sobre la Romareda, y que se prolongó hasta que llegó la madrugada para muchos que celebraron el derecho a seguir sufriendo.
Me molesta que desde Granada se dude del Real Zaragoza. Que se piense que el Athletic, el Levante o el Racing no hicieron lo posible por ganar en la Romareda. A mi me da la impresión que no nos ha regalado nadie nada, como tampoco el equipo nazarí cuando perdió en nuestro estadio. Y que se lancen acusaciones sin pruebas, lo que puede llegar a ser presuntamente un delito. Porque difama, que algo queda. Y no me pareció correcta la actuación de los responsables granadinos en sus declaraciones previas y posteriores, dudando de la honorabilidad de Clos Gómez. Cuando queda claro que fue penalty el placaje y derribo a Cristiano y ellos se metieron el gol en propia puerta. Y los insultos de jugadores que perdieron los papeles, del que le arrojó la botella a la cara al árbitro aragonés. Sobre el origen del colegiado se les llenó la boca hablando de la procedencia zaragozana de Clos, ignorando u ocultando que el trencilla de la Romareda era andaluz. He tenido que soportar los insultos de algunos seguidores rojiblancos, completamente desaforados, que han arrojado la toalla cuando queda un partido por jugar. Lástima que no se tenga la educación y el respeto debido a las opiniones de los demás cuando la comunicación se produce sin mirarse a los ojos. Los hay también ignorantes y acomplejados que comparten mi espacio vital en las redes sociales y se tachan de zaragocistas, limitados en su inteligencia y atormentados por su propia pobreza emocional. Buscando su minuto de gloria y excitados con el contacto en la red a través de twitter.
Por último, y dejándome llevar por la nostalgia, haré referencia a una efemérides, a la muerte de mi padre hace ocho años. Un 7 de mayo, en una mañana luminosa de primavera, en paz con el mundo y con su alma. Poco después de conseguir el Real Zaragoza su última Copa del Rey. Afortunadamente sin llegar a imaginar el tremendo desastre que poco después sufriría el club y que nos ha llevado a un tiempo de tinieblas y amargura. Muchas veces echo de menos consultarle decisiones que debo tomar, conocer su impresión sobre dudas que me asaltan sobre una profesión que es cada vez más complicada en un mundo en crisis y egoísta. Que encuentra solamente la soledad cuando busca desesperadamente comunicarse, pero que es tan soberbia que solamente se escucha a sí misma.

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He esperado un par de días para escribir sobre el triunfo del Real Zaragoza en la Romareda contra el Athletic. No quiero que la euforia nub...

Tenemos que ganarlo todo y que los demás fallen

He esperado un par de días para escribir sobre el triunfo del Real Zaragoza en la Romareda contra el Athletic. No quiero que la euforia nuble la realidad de los acontecimientos y contamine mi escepticismo. Fue un triunfo importante, merecido y con un gran esfuerzo de los jugadores pero no olvidemos que el equipo bilbaíno llegó con bajas importantes por las rotaciones y con la mente puesta en las dos finales que deben de disputar. Aún debemos ganarlo todo y esperar a lo que hagan los demás, lo que nos deja en una situación precaria para el futuro más inmediato.
Mañana jugamos contra el Levante, un equipo admirable que ha sabido aprovechar al máximo todos sus recursos y posibilidades dándole otro aire a la Liga. No bajarán los brazos en la Romareda y llegarán sin más presión que la que ellos mismos se pongan. Por eso serán más peligrosos ante un Real Zaragoza agotado, con bajas y la necesidad de ganar.
La afición será otra vez muy importante en este partido, como lo ha sido últimamente. Los ánimos desde las gradas cubrirán los vacíos de juego, el cansancio de los futbolistas, la impotencia si el marcador es adverso. Se trata de una gran responsabilidad para los jugadores que saben de la absoluta implicación de la hinchada blanquilla. Y que están en deuda con la gente que acude al campo y crea un ambiente favorable para ellos.
Solamente nos queda esperar, disfrutar con el sufrimiento que nos lleva al éxito, confiar en los jugadores y que los demás fallen. En este doble juego se basa nuestra permanencia, lo que le da más emoción a la jornada.

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